Cómo descongelar pan
El pan es uno de los alimentos que consumimos con mucha frecuencia y que forman parte de nuestra alimentación nutricional. El pan es indispensable en nuestra mesa, ya sea para acompañar nuestros platillos o como aperitivo con una taza de café. Lo cierto es que no siempre se tiene la oportunidad de tener pan fresco en nuestra casa, es por ello que muchas personas recurrimos a congelarlo, de tal manera que cuando lo queramos consumir, nos basta sacarlo de la nevera y para su descongelación. Hoy, en tanfácil te enseñamos a través de este artículo cómo descongelar pan de 3 diferentes fáciles maneras.
Cómo descongelar el pan de manera correcta
Antes de todo, es importante tomar en cuenta que debemos solo congelar sólo pan fresco y del día, porque si lo haces con una pieza vieja, ésta tenderá a desmenuzarse durante el proceso de descongelamiento.
- Descongelado tradicional
Lo más recomendado para descongelar nuestro pan, es sacarlo de la nevera y dejarlo sobre una rejilla (como la del horno) y cubrirlo con un paño a temperatura ambiente por un par de horas. Si dispones de un recipiente spray, puedes rociar un poco de agua sobre el pan. Posteriormente para devolverle la uniformidad y suavidad, podemos ingresarlo al horno precalentado a 180 °C por un par de minutos.
- Descongelado en microondas
Si por algún motivo no quieres esperar por un descongelado tradicional puedes optar por un descongelado rápido utilizando el microondas. Para esto pon el pan en el microondas acompañado de una taza de agua para mantener la humedad y evitar que se nos reseque. Prueba iniciar con un tiempo de 40 segundos y verifica si está blando y suave, de lo contrario repite el proceso por unos cuantos segundos más hasta que esté a tu gusto. Una vez listo puedes meterlo al horno precalentado por unos dos minutos, y ¡disfruta!.
- Descongelado en horno
Para este procedimiento debes precalentar el horno y poner un bowl con agua en la parte de abajo y el pan en la rejilla de arriba. Hornea por unos 5 minutos a una temperatura media dejando la puerta entreabierta mientras se hornea para darle respiración al pan. Apaga el horno y observa que tu pan queda crujiente y suave, como si de una pan fresco se tratase.
Siguiendo cualquiera de los procedimientos anteriores podrás disfrutar de un delicioso pan con la misma suavidad y frescura.
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